Todo en Holanda

Daniela y su amigo Andrés caminan por la calle Holanda en silencio hasta que ella dice:
-Quiero un arcoiris-
-¿Arcoiris?- extrañado, Andrés no entiende nada de lo que su amiga le dice.
-Sí, pero de un color-
-¿Cómo?-
-Como él-

Andrés reflexiona un segundo, hay que estar seguro de qué preguntarle a su mejor amiga.
-¿Cómo quién?-
-Como un papél virgen, como un lago en invierno, como un cajón cerrado, como un disco vacío.-
Silencio en que tanto Andrés como Daniela reflexionan las últimas palabras de la chica.
Ella no sabía porqué estaba revelando tanto y Andrés sospechaba que se refería a un chico, uno que había tenido la osadía de no corresponderle a la increíble mujer que él veía en su amiga.
Daniela decidió callar.

Andrés miró al frente y dijo:
-Quisera ser unicolor, o mejor... preferiría ser yo quien te mostrara un sólo color -
Tanto él como ella entendieron.
Dieron tres pasos antes de detener la caminata, había que estar seguro.
No se podrían haber detenido al mismo instante que hablaban sus sentimientos ya que habría sido muy impulsivo.

Llevaban tres años siendo amigos. Era mucho tiempo como para arruinarlo con lo apresurado de una oración.
Pero tres pasos bastaron.
Al detenerse, cada uno mira al frente.
Para cuando se debieron haber encontrado sus miradas, sus ojos se cerraron con delicadeza y sus labios se fundieron en un beso.

-Hace tres años..-
-No habría pensado..-
-Jamás..-
-No importa- concluye Andrés.


Y ahora, que ya sabes como comienza la historia de estos personajes, déjame decirte que ellos se conocían tanto, tanto.. y sólo después de tresaños lograron, con una simple caminata, descubrir lo mucho que se amaban.


-Quiero un arcoiris-
Andrés se asusta.
-¿Todo bien?-
-Quiero un arcoiris tan luminoso como nuestro amor.