y punto.

Ahora ya ni sé quién de los dos se equivocó, si él por no conocerme o yo por no darle la oportunidad.
Talvez no aprovechó ninguna oportunidad, o hasta nunca se interesó.
Es muy probable que no esté tan interesado en mí como cree, que ni siquiera esté tan enamorado como me hace creer.
Qué cierto terminó siendo lo que le dije ayer. Yo recibo algo tuyo y sé cómo interpretarlo porque te conosco. Tu llegas y recibes cualquier estupidez como ataque personal porque o no me conoces o sólo piensas en ti.
Triste, ¿no?
La verdad, no es una pregunta.
Es triste y punto.