Bacán.

Estrés. Cansancio. Sueño. Sí, un poco de sueño. Otro poco de rabia. Mucha rabia. Impotencia. Ganas de llorar. Angustia. Enojo. Confusión. Miedo. Terror. Pánico. Soledad.
¿Soledad? No, no.
No estoy sola. Estoy agobiada de estar rodeada de tanta gente y sentime sola igual. Incomprendida. No, incomprendida no. Sino un poco olvidada.

OLVIDADA.

Nuevamente rabia.
Rabia.
Rabia.
Rabia.
Rabia.

Olvidada por la gente que me rodea. Que me agobia. Que me asfixia.

A quién no le ahogaría tener a un ejército de personas que están todo el día cerca tuyo, hablando contigo, mirándote a los ojos, diciéndote que te quiere, que te extraña, que eres su amiga... Pero, ¿No tiene ni pico idea de lo que te pasa?
Que sabe perfectamente que está todo mal, pero se encierra en la idea de que si lo ignoramos, talvez todo mejore.
Y no entiende que eso no es posible. Es realmente estúpido.
Ridículo. Muy ridículo. Un poco tonto. Bastante iluso. Poco probable. Y muy, muy HUMANO.

' Escribe en la arena las faltas de tu amigo '

Eso trato. Les juro que trato. Pero se me acaban las fuerzas. De verdad, ya no puedo mucho más.
Espero que lo que llevo mucho tiempo diciendo, sea por fin escuchado. Que las cosas van mal y, hay que hacer algo.
O si no, terminarlo de una vez. Esto de verdad me pone mal. Me pone idiota. Me pone nerviosa, enojona, inmadura, hormonal.

¡Ah! Me cansa. Y no quiero cansarme.
Talvez pongo toda mi energía de en darle tantas oportunidades a un amigo que no se está dando cuenta o, peor aún, que no le importa mucho.

Bien, la raja.
Me puse a escribir con la esperanza de llegar a alguna conclusion, de tranquilizarme y termino por decidir que mis amigos no me pescan. Increible.