28 maggio, 2008

Hasta conté los escalones de mi casa..

Parece que me golpeó el Sindrome de Peter Pan, ése en el que el afectado tiene serios problemas con seguir creciendo.
Llevo tres días encerrada en mi casa, con amigdalitis y 100 kilos de penisilina en las venas.
Estuve tan drogada que ni sentía el dolor. Claro, ahora tengo el trasero tieso por la marca que te deja una aguja de 7 cm, pero no importa, al menos no tengo la sensación de no poder tragar sin sentir un airbag dentro de la garganta.
Tengo que decir, que no he hecho nada productivo estos días. Me dediqué a avanzar un poco con el libro del colegio, pero nada que podamos llamar útil. Memorizé la programación entera del MTV, del Warner Channel, del Sony, de Foxlife y del E! ('Entertainment Television', haga el favor de leer lo último con voz femenina y gringa). Encontré la cantidad precisa de leche que tengo que hecharle a mis cereales favoritos para que queden blanditos pero no hechos puré.
Mejoré mi puntuación en el Word Challenge y descubrí que hasta la suegra de mi tío tiene facebook. También pude darme cuenta que a mi perra le gusta dormir entre las 2 y las 3 de la tarde, todos los días y con puntualidad. ¡Mish! Son hartas cosas, y tomó bastante tiempo (Tres días, que serían 48 + 24 hrs, bastante).
Pero encontré algún tiempo libre entre tantas ocupaciones para pensar.
Y pensé mucho, y en muchas cosas. No me fuí en la 'volá' depresiva, ni mucho menos.
Pero me dí cuenta que me gusta mucho flojear. Qué sería muchísimo mejor ser un niño de cuatro años que no hace nada, en todo el día, que requiera mayor esfuerzo.
Me imaginé a mí misma estando frente al televisor toda mi vida, comiendo cereales, jugando con la perra, y mandando mensajes de texto.
Y me acomplejé. Mucho. Me puse a pensar que en la universidad no se puede estar todas las semanas declarándose enferma. Que si quiero llegar a alguna parte en la vida, hay que esforzarse. Y estudiar mucho, trabajar, ganarse el reconocimiento de la gente, etc.
Ya no se puede dedicar tanto tiempo al ocio como hacía cuando era más pequeña.
Me dieron muchas ganas de encerrarme en esta semana y no volver al colegio. Pero bueno, las cosas no son como unos las quiere, al menos no la mayoría del tiempo.
Más tarde, me puse a ver Gossip Girl. Y me enojé con el mundo por no darme unos papás millonarios que me dieran en herencia una empresa multmillonaria al encontrarme inteligente o simplemente la plata para vivir si es que no quiero hacer nada.
Me enojé por no poder mandarme cagazos cuando quiera y que mis papás donen la librería al colegio y ¡Pam!: Perdonada.
Pero me duró tres segundos. No crean que soy una malagradecida, sólo sueño.
En fin, ¿Qué más se puede hacer?
Después de todo tengo el acceso económico y las aptitudes para entrar a una buena universidad y tener éxito en la vida.
En fin, conclusion: Mañana hay qu eir al colegio, sí o sí.

Puaj, qué real paja.

2 commenti:

Sofía Argüello Sabja ha detto...

a mi me gusta, pero no mucho, mas de dos dias, y chao, no mas encierro, no tolero sentir que no progreso o que no hago algo productivo...
mi mas sentido pesame a tu culin

maca ha detto...

me ha pasado tambien. es horrible porque uno disfruta de las cosas sencillas de la vida... y ni siquiera es como flojear. es darse el tiempo pa uno mismo. pero no señoor. hay que estudiar, hay que trabajar, hay que ser bueno en lo que haces pa juntar plata pa cuando seai viejito y poder salir en esos tours llenos de viejitos.
a veces tambien me dan ganas de estar forrada en plata pa poder dedicarme a viajar, a comprarme una camara fotografica, hacer un curso de fotografia, uno de direccion, uno de guion, uno de oleo, y que no sean olbigaciones, sino que sean placeres.
y sería más facil la vida si todo fuera placentero. ir al colegio, estudiar, lavar los platos, limpiar la caca del perro.
quizás eso es lo que hay que hacer. mirar el mundo con nuevos ojos.
pero cansa.
me gusta tu blog. cuidate!